sábado, 16 de mayo de 2020

El juego confinado de Andrés.

Hay ocasiones en las que, como profe, uno se sorprende de la capacidad de sus alumnos y siente un pellizquito de orgullo en el corazón. En esta ocasión, dentro de la escuela de programadores que estamos realizando en la asignatura de cultura y práctica digital en sexto, Andrés me ha enviado este magnífico juego que ha programado en el confinamiento. Os aseguro que detrás de un proyecto de este tipo hay un esfuerzo considerable y un afán de superación de los errores y de búsqueda de  perfección que conlleva muchas horas de dedicación. Sólo puedo decirle que siga así, ese talento puede serle muy útil en el futuro.

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